Ha sido una experiencia inolvidable, la casa cuenta con todo tipo de detalles, no hay nada que eches de menos (menaje, toallas, sábanas, mantas, calefactores, etc). El entorno es inmejorable, el inmenso jardín con su piscina de agua salada, los animales… pero lo mejor de todo no es la casa, ni el inmenso jardín con los animales de sus dueñas, ni el entorno,… lo mejor de la semana que hemos pasado allí son María y Judith, sus dueñas, son unas personas maravillosas, todo se les hace poco, ha sido todo un placer poder compartir nuestro tiempo con ellas, ya son parte de nuestra familia. Volveremos sin dudarlo!!!!!!